Siempre me piden recomendaciones de productos capilares para tener el pelo soñado, ese brillante y sedoso que todas quieren. Un cabello sano reflejará lo mejor de nosotras, es parte de nuestra presentación personal y no debe ser descuidado. Sin embargo, muchas veces esperamos que los productos hagan milagros, pero obviamente nada es mágico. Tenemos que tener en cuenta que, así como nos preocupamos de cuidar nuestra piel, también debemos hacerlo con nuestro pelo y eso implica tratarlo con amor. Lo sé, he dicho esto muchas veces en el sitio, pero nunca está de más recordarlo. Sin querer, tenemos malos hábitos que con el paso del tiempo dañarán nuestro pelo y no habrá crema ni aceite milagroso que lo “repare”. Aunque bueno, ya sabemos que lo de la reparación como tal no existe porque no hay regeneración de células.

1. No usar una crema de tratamiento o aceite al menos una vez a la semana: el uso de estos productos ayudarán a nuestro pelo humectándo o hidratando, según corresponda. Con esto logramos que las cutículas del cabello se mantengan alineadas, suaves y brillantes por más tiempo, protegiendo así cada hebra de las agresiones del medio ambiente.

2. Usar el ondulador y secador de pelo a altas temperaturas: a veces queremos secar nuestro cabello rápido porque estamos apuradas o queremos que los rizos se mantengan por más tiempo al usarlo en extremo ¡eso está muy mal! Por algo estos aparatos tienen distintos niveles de T° para ser utilizados según la textura del pelo. Además, es importante usar siempre un protector de calor, que ayuda bastante a proteger nuestro cabello. No hay que dejar de mimarlo.

3. Abrir las puntas partidas: este es un pecado capital. Sí, así de extremo. Al hacerlo debilitas el cabello a lo largo de su estructura. Es como si te sacaras una capa de piel. Si ves una punta partida resiste, sé fuerte, corre por tus tijeras (que obviamente son especiales para el cabello) y cortarás la punta abierta.

4. Peinarlo de forma brusca: el pelo se peina comenzando desde las puntas hacia arriba. Veo tanta gente que  lo hace desde la raíz! Y lo peor es que escucho como ese pelo se rasga, es como si se pasara una lija por él. No pues, esto se hace con delicadeza, sobre todo si se aspira a tener el cabello muy largo y evitar las visitas a la peluquería.

5. Abusar de las decoloraciones y tinturas (sobre todo si son de mala calidad): Se entiende que el cabello multicolor está de moda y es precioso si se mantiene bien, pero si pretendes cambiar de color todas las semanas y decolorarlo para que el tono agarre bien…bueno, déjenme decir que con esto matan su pelo de a poco. Todos los días leo mensajes del tipo “tengo mi pelo como chicle ¿como lo arreglo?” y las fotos que acompañan dichos mensajes son del terror, porque se nota que el cabello ha sufrido los efectos del decolorante. Si a eso le sumamos el uso de productos de dudosa procedencia, el resultado no es el mejor.

¿Cuál ha sido tu peor hábito capilar?