Comenzó la revolución capilar. Las mujeres comenzaron a innovar en cuanto a peinados y los hombres a salirse un poco de la rigidez de la post guerra.
El largo de los cabellos varía y es así como las jovencitas usaban su cabello en una cola de caballo, casi siempre con las puntas onduladas y una coqueta cinta, la imagen típica de esos años. Supongo que varias de ustedes han visto “Grease”. En esta foto pueden ver uno de los looks de la película, que está ambientada en esta década.
La música y las películas también influyen en los cambios de la década. El rock y su rebeldía muestra cabellos masculinos con algo de volumen, un “pompadour” que podía realizarse gracias a los productos que durante esos años fueron de uso común. Los geles, pomadas y lacas eran los aliados de los varones que querían estar a la moda y lucir rebeldes como James Dean en la película “Rebelde sin causa”.
Cuando las mujeres buscaban verse glamorosas, se inspiraban en los íconos del cine. Nombres como los de Elizabeth Taylor, Grace Kelly, Audery Hepburn y Marylin Monroe eran los más conocidos al momento de buscar influencias capilares.
En esta década aparecieron los shampoos que contenían agentes acondicionantes. Ya no sólo se encargaban de limpiar el cabello, sino que además entregaban algún tipo de beneficio dependiendo del que se usara. Y eso era fantástico, ya que se usaban muchos gels y lacas para mantener los peinados en su lugar, por lo que el cabello se rensentía mucho. De hecho, sus formulaciones eran más fuertes que las que se usan actualmente y removerlas del pelo era bastante complicado. Una buena limpieza profunda hubiese sido ideal.
Muchos de estos estilos son imitados en la actualidad. La década de los 50s marcó cierta estabilidad en la sociedad luego de la Segunda Guerra Mundial y esto se verá también reflejado en la década de los 60s.
Es el estilo de pelo que más me gusta en el tiempo. Audrey Hepburn, admirable.