Sigo en shock.
Hoy, como todos los días, tomé mi celular y comencé a revisar mis redes sociales. De pronto, leo que David Bowie murió de cáncer. “Esto no puede estar pasando”, pensé. Creí que sería una movida publicitaria a raíz del lanzamiento de Blackstar, disco recién estrenado y que lanzó hace sólo unos días, cuando cumplió 69 años.
Pero luego, comprobé que la noticia era real. Uno de los grandes de la música de las últimas cinco décadas nos deja a raíz de un cáncer que lo aquejaba hace 18 meses.
Se fue, dejándonos de regalo su último disco, que grabó durante su enfermedad, de la cual no teníamos idea.
Jamás pensé que David Bowie podía morir. Bueno, obvio que eso iba a pasar en algún minuto, pero no así. No de esta forma. David Bowie era de esas personas que uno siente como inmortales, porque son tan genios que se superan a si mismos en cada trabajo que realizan y es esa genialidad lo que nos encandila. Bowie era un artista integral. Su vida no giraba solo en torno a la música, sino que abarcaba desde la actuación hasta la escultura, pasando por la escritura y quizás ¡qué más!. Espero que todas esas cosas que desarrollaba en sus tiempos de ocio se den a conocer, hagan una exposición ¡o qué se yo! Su legado debe mantenerse ahí, siempre vigente, para que las futuras generaciones sepan quien era Bowie.
David Bowie ha estado presente en mi vida desde siempre. Crecí escuchando sus canciones y la que más recuerdo de mi infancia es Starman, porque la ponían siempre en la antigua radio Horizonte. Fue así como mi mamá me hablaba de “el duque blanco”, este personaje que tenía canciones poderosas y que me han acompañado hasta el día de hoy.
¿Cómo no reconocer la fuerza y magnificencia de “Heroes”? ¿Puede alguien estar permanecer ajeno a tal maravilla?. Sin duda, una de mis favoritas y apuesto, que de varias de ustedes.
Sé que ahora debe estar en una tremenda fiesta con Michael Jackson, Freddie Mercury y también, con Lemmy Kilmister. Porque al final, los grandes de la música nos van dejando y con ello, la innegable sensación de que estamos más viejos, de que el tiempo se nos va y los ídolos que nos han acompañado durante la vida se despiden, sin más. Así es como una pequeña parte de nuestras vidas, se va con ellos.
Termino de escribir este post con la misma pena con la que comencé. Escucharé sus canciones todo el día, especialmente Thursday’s Child.
Si aún no has tenido la fortuna de escuchar a David Bowie, nunca es tarde. Su música nos acompañará por siempre.
