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“Tienes largo el pelo” me dice mi amiga. “Sí, es que estoy juntando”, respondí un poco porque estaba cansada, otro poco porque estaba leyendo una revista (Creo que la historia de la emperatriz Sissi en la Vanidades) y otro poco porque no super qué más responder. Y es que a pesar de que sí, efectivamente tenía el pelo bastante largo, no tenía intención alguna de cortarlo; no porque no estuviera feo en las puntas; no porque tuviera alguna gana especial de que estuviera muy largo. Simplemente, no estaba lista.

Ni para cortarlo, ni para teñirlo. Estaba en un momento emocional un poco oscuro, de mucha detención. Mientras pasaban  y pasaban los meses, yo no había logrado tener cita con mi peluquera, y mi pelo crecía y crecía. Estaba relativamente bonito, pero lo había descuidado y necesitaba un par de tijeratazos.

Pero había otras cosas que ocupaban mi cabeza, y entré en un estado, como les digo, de no querer hacerle nada a mi pelo. Como una forma de creer que las cosas seguían igual que antes, y que todo iba a estar bien.

Hasta que la iluminación vino cuando caminaba ya no recuerdo dónde. Las cosas no iban a volver a ser como antes, y eso, justamente eso, estaba bien. Ahí me decidí por un cambio…

Pero otro día les cuento.

¿Han estado como yo en un stand by capilar?

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Cabellos y Hierbas

The author Cabellos y Hierbas

Soy Beatriz, directora del blog y profesora de inglés. En octubre del 2010 creé este sitio porque me gusta entregar tips sobre el cuidado capilar, belleza y otras cosas que quiero compartir. No vivo sin música, películas, fotografía, viajar y la buena mesa.

23 comentarios

  1. El pelo puede pasar por muchas fases dependiendo de nuestro estado de ánimo. Recuerdo que hace dos años tenía una necesidad imperiosa de cambiarme, por dentro y por fuera. Teñí mi pelo originalmente castaño por rubio. O esa era mi intención, porque me quedó naranja, y posteriormente tuve que volver a teñirlo (y decolorarlo…) muchas veces para que quede rubio. Y al final, quedó demasiado rubio xD pero era lo que quería en ese momento. Necesitaba, por alguna razón, mirarme al espejo y ver una persona diferente, y al menos en ese tiempo eso fue lo que pasó. Fue después de un tiempo en el que me di cuenta de que no estaba siendome fiel a mi misma. No tanto por el color de pelo, que en realidad es algo secundario que no determina nada, sino por las razones por las cuales me había cambiado el color: para ser otra, para borrar cosas de mi que no me gustaban, y la forma que había encontrado en ese momento fue mutilando mi pelo. Llegó un punto en que se me empezó a caer el pelo por tanto teñirlo, además de que lo tenía pajoso y el rubio ya era amarillento y horrible. Me daba vergüenza salir a la calle, me sentía un payaso, me sentía desprolija, mi pelo era realmente un desastre y reflejaba todo lo que andaba merodeando en mi cabeza. Un desastre.
    En esa época, al menos al principio, me gustaba mi pelo así, pero fue después de un tiempo cuando me pude dar cuenta de que en realidad me quedaba mal, no iba conmigo, era artificial, era simplemente feo.
    Pero al menos fue una buena experiencia para empezar a valorar cosas, por ejemplo, luego de ese desastre empecé a querer más a mi pelo, aunque aprendí a las malas jaja

  2. Holaaa, concuerdo con algunas chicas de que tus entradas son profundas y justamente he pasado por eso de que hay momentos donde dejo de cuidar mi pelo hasta que estoy “viva” de nuevo o simplemente cuando tengo más tiempo. Apuesto que te lo cortaste! jaja =) Saludos!

  3. Hola! Me hiciste recordar algo que me pasó un poco al revez, cuando tuve depre, que duró muchos años, pasé por todos los estilos capilares de la vida de largo a la cintura me lo corté a los hombros, me lo teñí negro oscuro, luego rojo, me hice la base permanente, y luego un alisado permanente, me teñí café, luego negro, me corté hasta las orejas el pelo, y así durante como 8 años 😛 No podía detenerme! era mi forma de expresar mi descontento conmigo misma. Y luego, tras una larga recuperación, tratamiento y demases volví a tener mi pelo hasta la cintura, bonito, ondulado, de mi color natural, y creo que me identifica a mí como estoy ahora, tranquila y plena.
    Creo que tal como dicen siempre, para las mujeres el pelo significa mucho más que algo estético, y tal como te pasó a ti y me pasó a mí, fue una especie de documento de nuestra situación emocional.

    1. Yo hice lo mismo!!!!
      Del pelo largo hasta la cintura lo corté cortiiiiito!! Me miré al espejo y lloré.
      Lo teñí azul, rojo, fucsia, verde, blanco y toda la gama de colores existentes.
      Mantuve pelo corto hasta que conocí a mi marido.
      Ahora tengo mi pelo larguísimo y pretendo mantenerlo así.
      Mi última ida a la peluquería fue días antes que falleciera mi padre y me encuentro en este momento en un stand by capilar. Lo cuido y todo pero no hay ganas de darle un color y menos de cortar.
      Como dice milasmatic, lo estoy juntando 🙂

  4. A mí también me hizo sentido lo que dices, Milasmatic (amo tus posts, jaja), de hecho… creo que empecé a dejar crecer mi pelo hace poco para traer de vuelta algunas sensaciones del pasado… Y también para sentir que soy yo misma otra vez.

  5. Definitivamente se notan tus estudios de periodismo en cada una de tus experiencias, tan bien redactadas, te encuentro muy gente, muy sencilla, simpática y chistosa me encanta leer en especial todo lo q tu escribes de cabellos y hierbas. Muchas gracias por compartir tus experiencias y no soy lesbiana por sí acaso, pero de verdad te encuentro muy simpática un abrazo

      1. Jajajaja es q podía seguir “tirándole’ mil flores”, pero me dije a mi misma, misma para quizá va a pensar q están enamorada de ella jajajja!!! No tengo nada en contra pero no lo soy y lo aclare por las dudas Jajajjaja!!!

  6. A laa! me sentí tan identificada con lo que nos escribes! Igual me ha pasado que hay días en los que no estoy a gusto con nada y por alguna razón la mayoría de la veces me desquito con mi cabello. Recuerdo que hace un año casi lo tiño de mechas rojas sólo por que mi estado de ánimo no era muy bueno :(. Al final razoné y decidí sólo hacerme un corte. Gracias por tus entradas, siempre me hacen reflexionar :). Saludos milasmatic! =)

  7. Me gustan tus entradas son generalmente mas profundas y me hacen reflexionar, esta vez también quede intrigada!
    🙂 saludos!

  8. lamentablemente soy extremadamente temperamental, mis cambios de ánimos son como un juego de fútbol en donde la pelota pasa de un lado a otro (no bipolar porque jamás un psiquiatra me ha dicho eso, conste jojo) y siempre en un “cambio negativo” el que paga la cuenta es mi pelo. No es que pase deprimida tampoco, pero cuando pasa algo que es emocionalmente difícil de manejar para una cabra chica como yo que quiere encontrar a todo una razón, me lo corto. Cuando tenía 14 hubieron momentos en los que pensé seriamente raparme la cabeza porque pasaba por un muy mal momento y para mostrar la rabia que sentía al mundo. Ay sí, momento emo mode on. Pero la cosa es que ahora que puedo analizar más las cosas he llegado a recriminarme a mí misma por qué corto mi pelo si las cosas que suceden no quedan en él. No puedo hacer más tampoco, esa es la única forma de evitar cortarlo y dejarlo sobrevivir solo hasta que se me pase la tontera. Mas cuando quiero tirar la toalla, allí está Cabellos y Hierbas para animarme a cuidarlo suceda lo que suceda porque después de todo, ponerle una mascarilla es un momento que ocupo para desestresarme y reflexionar.
    Cariños =)

  9. Que buen post, los psicólogos dicen que el ser humano cambia su apariencia física solo cuando esta preparado para hacerlo, generalmente esto ocurre post-trauma.
    No tiene que ser un trauma heavy, o a veces, sí…depende de cada persona, quien no ha querido cambiar radicalmente despues de una separación?

    Me imagino que con ese cambio que hiciste, se abrieron otras puertas tbn…

      1. Te entiendo! hay que hacer una entrada de donde hablamos de la influencia del desamor en el cabello 😛 jaja. Te doy la razón, al fin y al cabo las personas se enamoran de la seguridad que una proyecta hacia otros ;). Saludos!

      2. Uf si contara todos los cambios que yo le he hecho a mi cabello producto de amores y desamores!!! jajaj

        Despues de todos estos años, creo que lo mejor es amarse a una misma tal cual como una vino al mundo, esa paz no se compara con nada
        cariños

      3. q sabia tus palabras!!!!!!! uno se enamora de la seguridad q proyecta a otros…es tan sierto…… este post me da muxo q pensar. En mi cambio de niña a adolecente dejé crecer mi cabello hasta las caderas, despues me case y fui madre y lo corte hasta los hombros y tinture rojo despues pase por una infinidad de colores de pelo y cortes producto de una depre post-parto q tube… despues entre a trabajar me lo corte y teñi rubio despues cuando supere y asumi la perdida de este trabajo me teñi negro y luego muy rojo despues lo corte un corte bob despues queme las puntas de mi pelo con la plancha y me rape a un dedo

    1. me encantó eso que dijiste! “los psicólogos dicen que el ser humano cambia su apariencia física solo cuando esta preparado para hacerlo, generalmente esto ocurre post-trauma.” y es verdad, el año pasado no fue muy bueno para mi en algunas cosas y por otra parte encontraba que mi pelo estaba fome y necesitaba un cambio, pero ya no quería lo típico de cortarme el pelo de cierta forma, que escalonado y cosas así, pero tampoco quería un cambio radical así que la pensé mucho y cuando estuve lista me hice unas mechas californianas y es impresionante como uno cambia con el simple hecho de hacerse un cariñito en el pelo jajaja me encantó el post! 😀

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