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Hace mucho tiempo que tengo ganas de volver al sur de Chile. Lamentablemente no he tenido oportunidad (me encantaría ir aunque sea por un fin de semana), así que sólo me quedo con los recuerdos de la última vez que estuve en Valdivia. F. y yo decidimos tener unas “mini mini” vacaciones para celebrar nuestro 4to aniversario de matrimonio, así que luego de ver qué alternativas teníamos, nos decidimos por esta hermosa ciudad el 2012.

¿Cómo llegar?

A Valdivia se puede llegar en bus y en avión, pero como íbamos por pocos días preferimos la rapidez de un vuelo que en poco rato ya se encontraba en el aeropuerto de Osorno, para después dirigirse a Valdivia. Siempre hay ofertas de vuelos en las distintas aerolíneas que operan en Chile y sólo hay que estar atento cuando se publique alguna buena promoción.

Luego de aterrizar en el aeropuerto Pichoy, tomamos un transfer que nos llevó a nuestro hotel. Fue genial poder respirar aire puro al salir del aeropuerto, ese aire que casi nunca se siente en Santiago porque es limpio y natural.

¿Dónde dormir?

Sin duda, Valdivia cuenta con muchas opciones de alojamiento, pero como íbamos en plan romántico y descanso elegimos el Hotel Dreams, que cuenta con instalaciones estupendas y al cual volvería mil veces.

¡Es entretenido cuando uno llega a un hotel y descubre su habitación! La nuestra tenía una cama king size con vista al río y era muy cómoda. El hotel tenía todo lo necesario para hacer de nuestra estadía los mejores días de descanso, como piscina temperada, un restaurant con desayuno buffet espectacular, un servicio de masajes de lujo y hasta peluquería, donde F. aprovechó de cortar su pelo y donde lo dejaron perfecto.

Pincha las fotos para abrir cada galería.

Imposible olvidar la mañana que pasamos en la piscina temperada. Como yo amo estar en el agua salí arrugadita y preferí estar ahí antes que ir al sauna, donde F. si aprovechó unos momentos de relajo para pasar al masaje para dos que contratamos, ya que era descontracturante y nos dejaron tan, pero tan relajados que hasta dormimos un ratito en la camilla. Además, el hotel entrega pase liberado al casino, donde estuvimos algunas noches gastando nuestra enorme fortuna (not), jugando en algunas máquinas y bebiendo cocktails mientras estábamos ahí. Lo mismo aplica para la disco, donde fuimos a lucir nuestros mejores pasos de baile en una fiesta 80s – 90s

Sin duda, un hotel súper recomendado por todos los detalles, el servicio, la amabilidad del personal, la comida, la ubicación, las habitaciones…Al momento de escoger un buen lugar, éste es sin duda un must.

¿Qué hacer en Valdivia?

Yo nunca había estado en Valdivia, así que me sorprendió desde el primer minuto. El hecho de estar rodeada de ríos y muchísimo verde la hace muy especial, además que tiene una historia super fuerte ligada a la construcción de fuertes en sitios aledaños como Corral y Niebla. De hecho, el mismo día que llegamos y después de almorzar partimos a recorrer Corral.

Para llegar hay que tomar una micro que llega hasta el embarcadero en Niebla, donde se toma una lancha que demora alrededor de media hora aprox. en llegar a Corral. Como se puede ver en las fotos, ese día y todos lo que estuvimos en la ciudad estuvieron hermosos.

Apenas llegamos a Corral partimos a la entrada del fuerte, por el cual hay que pagar una pequeña suma de dinero para poder ingresar. Tengo entendido que hay épocas del año donde se realizan recreaciones de batallas, pero lamentablemente cuando fuimos no había nada de eso. De todas formas, creo que fue bastante positivo porque casi no había gente y pude sacar fotos tranquila.

Es un poblado muy pequeño y pintoresco rodeado de muchísima vegetación. Tiene unas vistas preciosas que no se resisten a las fotos, así de simple. Corral se recorre en muy poco rato, así que después de tomar la embarcación volvimos a Niebla. Lamentablemente solo pudimos pasar por fuera del fuerte, ya que éste se encontraba cerrado. Así que volvimos a Valdivia para descansar y prepararnos para cenar.

Otro recomendado de la ciudad es ir a la cervecería Kuntsmann, sitio donde lamentablemente tuvimos algunas malas experiencias:

  1. El día de la visita a la cervecería había ley seca porque eran las elecciones municipales. Por eso, antes de ir llamamos para preguntar si venderían cerveza con alcohol luego de las 20 hrs y como nos dijeron que sí, partimos muy felices a conocer este lugar. Grande fue la sorpresa cuando nos dijeron que sólo estaban vendiendo cerveza sin alcohol, así que tuvimos que tomarla junto a un crudo que pedimos y que no estaba tan espectacular como esperábamos. Una total decepción. Nos fuimos derrotados.
  2. Como nos quedamos con las ganas de hacer el tour completo por el lugar, decidimos dejarlo para nuestro último día, ya que el vuelo de regreso partía en la tarde y teníamos tiempo suficiente para recorrer. Nuevamente, antes de ir llamamos y nos dijeron que no habría problema con la disponibilidad del tour, así que pedimos un taxi al hotel que nos dejara en la puerta de la cervecería. Nuevamente tuvimos un mal rato, porque al llegar nos dijeron que no había guía disponible. Obviamente me enojé y dejé tremendo reclamo en el libro respectivo, ¡mis manos sacaban chispas al escribir!

Todo lo anterior nos sirvió para aprender que esa cerveza no es la única ni la mejor de la zona, gracias a que el día anterior se nos ocurrió hacer un tour en catamarán a una localidad que se llama Punucapa y que nos encantó.

A Punucapa se puede llegar también por tierra, pero lo divertido de hacer el recorrido por el río es que pudimos ver el paisaje desde otro ángulo y también conocer otras cosas que no sabíamos. Por ejemplo, muchas construcciones que se ven en la orilla son vestigios del que fue el gran terremoto de Valdivia en 1960 y que es número uno del ranking mundial, porque tuvo una intensidad de 9.5 grados en la escala de Richter. Recuerdo que vimos una casona gigante que parecía tener solo dos pisos, pero resultó que tenía 3. El primero, que apenas se podía ver, estaba al nivel del río.

Punucapa queda a solo 25 kilómetros de Valdivia y el entorno se compone de fiordos y bellos paisajes. Está compuesta solo de una calle principal, hospital, carabineros, escuela…pero una de las cosas que la caracteriza es la producción de chicha de manzana y cerveza, donde pudimos degustar y comprar distintas variedades. De hecho, compramos varios botellines de la cerveza Selva Fría, que no tiene absolutamente nada que envidiar a las que hemos probado en Santiago de marcas internacionales. Si van, no duden en preguntar por ella, les encantará y el paseo será de lo más entretenido.

Valdivia es una ciudad pequeña, pero muy bonita. Luego del incidente en la Cervecería Kunstmann que relaté más arriba, no nos quedó otra que devolvernos a la ciudad y aprovechar de recorrer para hacer hora, regresar al hotel por nuestras maletas y partir de regreso a Santiago. Pasamos por la chocolatería EntreLagos, donde compré algunas delicias para mi familia y caminamos mucho por la costanera, donde aproveché de sacar las últimas fotos de este lindo paseo.

Me hubiese gustado conocer el campus de la Universidad Austral, ya que tengo entendido que es hermoso, pero por tiempo no pudimos. Es uno de mis pendientes para la próxima vez que vaya.

El sur siempre me sorprende. El norte también, pero son sensaciones distintas. Chile tiene paisajes y ciudades que tienen mucho que entregar y me encantaría tener el tiempo y por qué no, también el dinero, para poder conocer más y más.

Espero que el sur de Chile me tenga luego por allá otra vez :).

Si tienes más tips sobre Valdivia, no dudes en dejarlos acá. Estoy segura que a más de alguna turista chilena o extranjera le servirán para recorrer la ciudad y sus alrededores <3

Tags : casinociudadhotel dreamspaseosur de chilevaldiviaviaje
Cabellos y Hierbas

The author Cabellos y Hierbas

Soy Beatriz, directora del blog y profesora de inglés. En octubre del 2010 creé este sitio porque me gusta entregar tips sobre el cuidado capilar, belleza y otras cosas que quiero compartir. No vivo sin música, películas, fotografía, viajar y la buena mesa.

2 comentarios

  1. a y que lata tu mala experiencia en la cervecería, yo hice el recorrido de la elaboración de la cerveza ese mismo año en verano y es bastante entretenido, pero por lo visto no son muy responsables y organizados, ojalá haya mejorado. La comida no me tinca pa na jajaj.
    El Mercado Municipal me faltó!

  2. Playa Los Molinos (camino hacia Niebla), Encuentro Costumbrista (locales de comida típica y abierto todo el año), jardín Botánico de la U austral y el Parque Saval muy recomendados.
    saludos!

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