Es muy común que nosotras, quienes gustamos del cuidado capilar, juntemos varios tipos de shampoos y acondicionadores. Eso es bastante entretenido, pero deja de serlo cuando vemos que no aprovechamos todo lo que tenemos y acumulamos productos sin sentido en nuestro baño. Es por eso que, en este nuevo tema del Círculo de #BloggersChile hablamos de la sustentatibiliad, tema tan importante en estos días y del que deberíamos estar conscientes por cómo nuestros actos afectan nuestro lindo planeta.

Hay formas en las que podemos aprovechar esos restitos de shampoo y acondicionador que nos quedan y que por A, B o C motivo no queremos usar en nuestro pelo. En mi caso, suelo utilizarlos de tres formas muy sencillas y que son las que enumero a continuación:

1. Shampoo para lavar prendas delicadas: a veces, hay cosas que es mejor lavar a mano. Es cierto, la lavadora automática nos ahorra un montón de tiempo y ha sido uno de los mejores inventos de la humanidad, pero la ropa interior o algunas telas como la seda pueden verse malogradas por los movimientos de la máquina. Por eso, es mejor tomarse el tiempo y lavar a mano. No es que me sobre el tiempo ¡ojo!, pero a veces lo hago por el bien de la ropa que me gusta. Sé que me van a decir “pero usa de esas bolsas para la máquina”, pero desde mi punto de vista creo que la ropa se daña igual. En cambio, esta es una buena forma de usar el shampoo que nos sobra y que puede ser más suave que el detergente, ya que se disuelve mejor y no deja residuos.
2. Acondicionador para depilarse en la ducha: con los años he descubierto que depilarme en la ducha no es tan terrible como yo pensaba, los vellitos no crecen más gruesos y las piernas quedan mucho más suaves que con la depilación con cera. Así que, cada vez que necesito salir de apuros, aplico acondicionador en mis piernas y procedo a usar la rasuradora de turno. Por cierto, la de la foto es una que tenía guardada y que no recomiendo para nada. La Venus de Gillette es buenísima, pero no he pillado el cabezal de repuesto. 
3. Shampoo para lavar brochas de maquillaje: esta es una alternativa perfecta si notas que tus brochas necesitan limpieza y no tienes algún otro producto a mano. Una alternativa es usar lavalozas, pero si te queda shampoo guardado ¿por qué no usarlo?. En un plato pones un poquito de shampoo, untas la brocha y al moverla, verás que el maquillaje sale muy fácil. Luego enjuagas ¡y listo!. Eso sí, debes secar tus brochas con los pelitos hacia abajo, para que de esa forma no se deforme y la humedad no llegue a la base.

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¿Qué haces con los restos de shampoo y acondicionador que no usas?