A mí me encanta usar crema de peinar o un desenredante. Después de tantos años, ¡no concibo mi rutina sin estos productos! En mi caso, al tener el cabello tan largo son más que necesarios, pero este tipo de productos no es algo que se limite a mi tipo de cabello, sino que también al cabello crespo u ondulado.
En el mercado existen muchas marcas y variedades para elegir y al final, todo dependerá del tipo de cabello que tengas y tus necesidades inmediatas.
Si aún no te animas a sumar una crema de peinar o un desenredante a tu rutina de cuidado capilar, yo te doy 5 razones para que comiences desde ya:
1. Facilitan el peinado
Al crear una capa protectora, se disminuye la fricción y como consecuencia, el cepillo o peineta se desliza mucho más fácil.
2. Protegen el cabello
Muchas de estas cremas son protectoras de calor. Entonces, además de facilitar el peinado, también protegen de las altísimas temperaturas que emiten las planchas alisadoras y el secador de pelo.
3. Humectan o hidratan
Esto dependerá de su fórmula, pero según el producto que elijas, éste aportará con la cuota de humectación o de hidratación que tu pelo requiera. En mi caso, prefiero algo hidratante en invierno y un producto más humectante en verano debido al clima extremo que tengo en Canadá.
4. Mejoran la apariencia del cabello
Al tener propiedades suavizantes, harán que el pelo se vea más sedoso y brillante al mantener las cutículas cerradas y, ¿a quién no le gusta tener una melena brillante, como de comercial?
5. Ayudan a prevenir las puntas abiertas
Nuestras enemigas máximas, el equivalente al Sauron capilar, al Voldemort de las cabelleras… ¿pero por qué? Porque al reducir la fricción, el cabello no se expone al daño por roce y, por lo tanto, las cutículas se mantienen cerradas y protegidas por más tiempo. Ergo, cabello sano.